Las características sociales de nuestros días hacen que la figura del anciano sea cuanto menos ignorada. El ritmo de vida de las familias hace que no se pueda dedicar tiempo a nuestros mayores y se dejen en manos de instituciones geriátricas, estas realizan un trabajo muy importante para intentar mantener las condiciones de salud y bienestar de los ancianos si bien esto implica un coste económico y de medios que puede hacer insostenible la balanza economía-calidad.

Una de las características de este grupo poblacional es la desnutrición por causas como la natural pérdida de dentición, mala administración de los alimentos, problemas psicológicos y enfermedades asociadas. Esta desnutrición puede llegar a valores del 44% en la comunidad.

Debemos tener en cuenta que la pérdida de peso no constituye un elemento natural del envejecimiento y que una mejora nutricional puede mejorar notablemente la calidad de vida del anciano.

Entre los riesgos a los que puede llevar la desnutrición están:

  • Aparición de úlceras por presión,
  • Mayor probabilidad de sufrir una caída
  • Infecciones
  • Pobre cicatrización de heridas

 

EVALUACIÓN DEL RIESGO DE DESNUTRICIÓN

Control de peso del individuo o del IMC (índice de masa corporal). Se puede evaluar la pérdida de forma observacional por parte de los familiares, notando una delgadez extrema, ropa o joyas que quedan holgadas y antes no.

El padecimiento de una enfermedad aguda y no recibir alimentos en los últimos cinco días, así como un problema en la deglución y la falta de administración de alimentos adaptados a ella pueden llevar a una desnutrición.

En este punto se hacen necesarios los suplementos nutricionales como elementos de la dieta cuya eficacia ha sido probada. La presentación de los mismos suele ser en forma de batidos, zumos, gelatinas…y en concreto en pacientes ancianos interesa que sean aportes hipercalóricos de alto contenido en proteínas. Para el anciano se hace vital el mantenimiento de la masa muscular y para ello el aporte de suplementario de proteína es el mejor aliado. Se ha demostrado que una mejor alimentación acompañada de una correcta suplementación mejora la calidad de vida de los residentes, su independencia y la capacidad de valerse por sí mismos.

Entre los problemas que más preocupan a los residentes están el no poder valerse por sí mismos y perder su independencia.

 

LA PROTEINA y LOS FRUCTOOLIGOSACÁRIDOS

La proteina de Vital Ballance es de elevado valor nutricional y alta biodisponibilidad y se presenta en polvo para su reconstitución en líquidos de todo tipo e incluso en semisólidos como los purés. Posee además en su composición fructoligosacaridos (FOS), prebióticos, de elevado valor por favorecer el crecimiento de las bífido bacterias e inhibir el de las bacterias patógenas. Estimulan la función inmunológica y la síntesis de ciertas vitaminas reduciendo trastornos digestivos como el exceso de gases, equilibrando la flora intestinal. Este es el valor añadido de la original composición de los batidos Vital Ballance.

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